¡Qué suerte tengo!

¡Qué suerte tengo!

En este cuento descubrimos cómo es el día a día de un niño cuyo hermano es ciego, aunque esto no se mencione en el texto que, con sutileza y ternura, va dando pistas al lector/a.

En el centro del libro hay dos páginas en lenguaje braille cuya transcripción está al final del libro.

Asimismo, disfrutar de un libro desde pequeños favorece el aprendizaje de palabras complejas y no complejas con mayor rapidez, mejora su comprensión, la ortografía, la expresión, la redacción, ejercitan su cerebro y estimulan enormemente su creatividad e imaginación.

Con un total de 32 páginas y grafemas en minúsculas, un libro con magníficas ilustraciones coloridas, ideal para su disfrute.

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